En Sistema.bio, creemos y sabemos que el biogás tiene el potencial de mejorar vidas y comunidades en varios niveles: mejor salud, producción sostenible, gestión de residuos, reactivación económica, granjas más saludables. Continuamente buscamos nuevas colaboraciones nuevos territorios, nuevas familias y nuevos proyectos. Queremos que las soluciones sostenibles y las tecnologías limpias sean la norma, no la excepción. Y creemos que los niños son clave para construir el mundo que queremos.
La Sotik Green Academy en Sotik, Kenia, concuerda con nuestra perspectiva: educar a los niños en prácticas sostenibles es la mejor manera de garantizar cambios a largo plazo. Hablamos con Edna, una maestra de Sotik, sobre el importante papel de la agricultura y el biogás en su escuela, y sobre cómo ella y su comunidad están lidiando con la realidad de COVID-19.
Edna es una educadora de corazón: le encanta compartir conocimiento. Para ella y el resto del equipo de la Sotik Green Academy, es importante ir más allá de la educación tradicional y centrarse en desarrollar el carácter desde una edad temprana. Con esta intención en mente, han incluido la agricultura en su plan de estudios, una materia que se enseña a través de una pequeña granja orgánica. La granja tiene limoncillo, té de menta, romero, aguacates y piñas, entre muchas otras plantas. La escuela quiere enseñar a los niños a ser activistas medioambientales, por lo que trabajan duro por tener una escuela y una granja lo más sostenibles posible. Así es como llegaron al biogás.
Instalaron un biodigestor en la granja a finales del año pasado, tras aprender de nosotros a través de uno de nuestros agentes de ventas. Antes de su biodigestor, usaban leña para cubrir las necesidades de combustible de la escuela, lo cual era muy costoso. Encontraron en el biodigestor una opción más saludable y rentable, además del valor agregado de una educación temprana en tecnología verde y energía limpia. Los niños apenas comenzaban a aprender sobre el sistema cuando llegó la pandemia, pero Edna nos cuenta que estaban muy emocionados.
Como todas las escuelas, Sotik Green Academy ha estado cerrada por un par de semanas. No solo se han detenido los proyectos educativos, sino que el biogás no está siendo aprovechado. Pero Edna no está preocupada: está tomando este tiempo para pensar, para reflexionar.
Como productora, nos cuenta que su principal preocupación son las fuertes lluvias y cómo afectarán sus cultivos. Lo mismo ocurre con sus vecinos: sus granjas (o shambas) se están inundando y los trabajadores no pueden asistir en las actividades. Las reuniones comunitarias están suspendidas, y la mayoría de las empresas han reducido las operaciones. Pero Edna está planeando con anticipación: quiere encontrar una manera de compartir el valioso biogás y el biofertilizante con sus vecinos.
Previous
Next
En cuanto a lo que este mundo nuevo y consciente puede hacer por los productores, sugiere que volvamos a lo básico, a uno de los elementos más preciados que este mundo nos brinda: el agua. Está lloviendo a cántaros sobre Kenia, y a los productores les serviría mucho una solución de recolección de agua con la cual conservar el agua para las estaciones más secas.
Nuestra presencia en la Sotik Green Academy es extremadamente valiosa para nosotros. Sistema.bio se conforma de un equipo de activistas ambientales, y aprender sobre la sostenibilidad ha sido clave para cada uno de nosotras y nosotros. Participar en la educación de los niños en materia de agricultura y prácticas sostenibles es siempre una oportunidad preciosa para nosotros, pues queremos que las nuevas generaciones tengan todo el conocimiento y todas las herramientas desde el principio. Con el tiempo, se convertirán en los guardianes y las guardianas de nuestras tierras y recursos, tal como lo fueron sus antepasados. Queremos que sepan exactamente cuán valiosos son esos recursos, así como el cómo cuidarlos adecuadamente.
Eso es realmente lo que busca Sistema.bio, junto con tantas otras empresas de impacto ambiental: aprovechar al máximo lo que ya tenemos. Te invitamos a pensar, ¿qué más podemos hacer? ¿Cómo podemos encontrar nuevas soluciones, nuevas formas de utilizar lo que ya tenemos? Después de todo, no hay desechos, solo recursos.