Cuidando del suelo para alimentar el futuro

El suelo es indispensable para la vida en la Tierra. Filtra el agua que bebemos, nutre los alimentos que comemos y captura el dióxido de carbono que contribuye al cambio climático. Un suelo saludable es esencial para sustentar los medios de vida y las comunidades en todo el mundo. Sin embargo, cada vez más se da por sentado, tratándolo como un recurso infinito, cuando en realidad solo el 7.5% de la superficie terrestre es suelo cultivable, y esta capa desaparece a un ritmo alarmante. El tema del Día Mundial del Suelo de este año, “Cuidar los suelos: medir, monitorear, gestionar“, nos recuerda la necesidad urgente de adoptar prácticas sostenibles para evitar una crisis inminente.

La importancia de la salud del suelo

La salud del suelo está directamente relacionada con nuestra capacidad para alimentar al mundo. Un suelo saludable es la base de la agricultura productiva, que sostiene el 95% de los alimentos que consumimos. Sin embargo, la rápida degradación del suelo se ha convertido en una preocupación global. Actualmente, el 33% del suelo mundial está degradado, con miles de millones de toneladas perdidas anualmente debido a la erosión, lo que representa amenazas significativas para la seguridad alimentaria y la estabilidad climática.

Cuando el suelo pierde sus propiedades físicas, químicas o biológicas, los rendimientos de los cultivos disminuyen, la calidad de los alimentos se reduce y la capacidad de secuestrar carbono se ve afectada. Esta degradación se debe principalmente a actividades humanas como la deforestación, la sobreexplotación agrícola y el uso excesivo de fertilizantes químicos. Se estima que estamos perdiendo 24 mil millones de toneladas de suelo fértil al año, una tasa 10 veces más rápida de lo que el suelo puede regenerarse.

El suelo también es un sumidero crítico de carbono. De hecho, contiene más carbono que todas las plantas terrestres y la atmósfera combinadas. Cuando el suelo se degrada, libera carbono almacenado a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. Proteger el suelo no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también mitiga los efectos del cambio climático al mantener el carbono almacenado en la tierra.



Prácticas sostenibles para la gestión del suelo

Adoptar prácticas de manejo sostenible del suelo es crucial para preservar su salud y garantizar la seguridad alimentaria futura. Métodos como la rotación de cultivos, la fertilización orgánica y la labranza de conservación ayudan a mantener la estructura del suelo, reponer nutrientes y reducir la erosión. Estas prácticas previenen la degradación del suelo, promueven la biodiversidad y aumentan la resiliencia de los cultivos frente a plagas y enfermedades.

La rotación de cultivos, por ejemplo, alterna diferentes tipos de cultivos en el mismo campo para reponer nutrientes y reducir la acumulación de plagas. La labranza de conservación minimiza la alteración del suelo, mejorando la retención de agua y previniendo la erosión. Por su parte, la fertilización orgánica, que utiliza compost o estiércol, enriquece el suelo con nutrientes vitales mientras mejora su actividad microbiana.

La agroforestería, que combina árboles y cultivos, también beneficia la salud del suelo. Los árboles mejoran la estructura del suelo al prevenir la erosión e incrementar la materia orgánica, mientras que los cultivos se benefician de una mejor retención de agua y un ciclo de nutrientes más eficiente.

Energía limpia: El papel del biogás en la salud del suelo

Además de las técnicas tradicionales de manejo del suelo, nuestra tecnología moderna de biogás ofrece una solución innovadora para mejorar la salud del suelo. Los productores que han adoptado nuestros biodigestores han reportado una mayor fertilidad del suelo, mejor retención de agua y un contenido de nutrientes enriquecido. A diferencia de los fertilizantes sintéticos, que pueden dañar el suelo y causar desequilibrios nutricionales, los biofertilizantes derivados del biogás son ricos en materia orgánica que favorece la vida microbiana del suelo. Esto mejora la salud del suelo al aumentar su capacidad de retener agua, reducir la necesidad de insumos químicos y fortalecer la resiliencia de los cultivos.

La adopción de nuestros biodigestores también ayuda a reducir las emisiones de metano que surgen del manejo insostenible de los desechos del ganado, contribuyendo a un sistema agrícola más sostenible y resiliente al clima. Por ejemplo, los productores que utilizan los biodigestores de Sistema.bio han observado no solo mejores condiciones del suelo, sino también mayores rendimientos de cultivos y una gestión de residuos más eficiente.



La salud del suelo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La salud del suelo también está profundamente vinculada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En primer lugar, es esencial para el ODS 2 (Hambre Cero), ya que un suelo saludable es necesario para producir alimentos suficientes y nutritivos para la población mundial. Con más de 820 millones de personas que aún sufren de hambre, mejorar la calidad del suelo es crucial para lograr la seguridad alimentaria global.

La salud del suelo también respalda el ODS 13 (Acción por el Clima) al actuar como un sumidero de carbono. Las prácticas sostenibles de manejo del suelo pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio climático al secuestrar carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la restauración del suelo contribuye al ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres) al conservar los ecosistemas y mejorar la biodiversidad, aspectos vitales para mantener el equilibrio de los recursos naturales del planeta.

Adoptar prácticas sostenibles de manejo del suelo y apoyar innovaciones como biodigestores modernos nos permite mejorar la seguridad alimentaria, combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad. Los suelos saludables son la base de un futuro sostenible, alineándose con los objetivos globales de erradicar el hambre, enfrentar el cambio climático y preservar la vida en la Tierra.

Al celebrar el Día Mundial del Suelo 2024, reconozcamos el papel fundamental que desempeña el suelo en nuestros sistemas alimentarios, la estabilidad climática y la salud global. La urgencia de proteger y restaurar la salud del suelo no puede subestimarse. Al adoptar prácticas agrícolas sostenibles, apoyar soluciones de energía limpia como el biogás y aumentar la conciencia sobre la importancia del suelo, podemos garantizar que las futuras generaciones hereden tierras fértiles y productivas.

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Piyush Sohani

Director de Sistema.bio India

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