Ninguna Se Queda Atrás
El 15 de octubre es más que una fecha: es un recordatorio de que el progreso debe llegar a todas. En el Día Internacional de la Mujer Rural, rendimos homenaje a las mujeres que sostienen los campos, las familias y las comunidades, muchas veces lejos de los reflectores. Su trabajo alimenta al mundo, pero sus voces siguen siendo las menos escuchadas.
En todo el planeta, millones de mujeres rurales comienzan su día antes del amanecer, recolectando leña, cocinando en ambientes llenos de humo y equilibrando las tareas domésticas con el trabajo en el campo. Las horas que pierden en estas labores les roban tiempo para estudiar, generar ingresos o descansar. El humo que respiran daña sus pulmones y limita su futuro. No se trata de dificultades aisladas, sino de barreras cotidianas que las excluyen silenciosamente de las oportunidades que ellas mismas ayudan a sostener.
La tecnología limpia puede transformar la exclusión en inclusión. Con los biodigestores, las mujeres ya no necesitan pasar horas recolectando leña. Una llama se enciende al instante, de manera limpia y segura, protegiendo su salud y liberando su tiempo. Ese tiempo se convierte en posibilidad.
Cuando una mujer mejora su salud, su hogar gana rumbo.
Cuando una mujer gana tiempo, sus hijos pueden soñar en grande.
Cuando una mujer avanza, su comunidad avanza con ella.
Empoderar a las mujeres rurales nunca ha sido una campaña; es parte de nuestro ADN desde el primer día. El objetivo es simple pero profundo: un mundo donde cada mujer respire aire limpio, administre su propio tiempo y se mantenga como una socia igualitaria en el progreso. Lo hemos visto por más de quince años en América Latina, África y Asia.
En Sistema.bio, seguiremos caminando junto a ellas, construyendo soluciones que garanticen que la energía limpia, el tiempo y las oportunidades lleguen a cada hogar, a cada comunidad y a cada mujer. Porque el futuro en el que creemos es aquel donde ninguna se queda atrás.