Día de los Trabajadores

Rox Gachuz

People Coordinator in G&A

Hablar del 01 de mayo me hace reflexionar sobre tres puntos importantes que estudié en la historia del derecho en mi universidad.

En primer lugar, me hace recordar la historia de aquellos obreros en el siglo XIX que sufrían explotación laboral, trabajando más de 60 horas, seis días a la semana. Eran tan penosas las condiciones de trabajo, que medio millón de trabajadores salieron a las calles a protestar. ¿Sus reivindicaciones? Una jornada laboral de 8 horas sin bajar el salario. Durante los días de protesta, murieron sindicalistas y periodistas, además de resultar en una sentencia ejecutoria de muerte para los líderes sindicales. Diversos historiadores han reconocido que el juicio fue injusto, por lo que, en honor a ellos y a los cientos de miles de trabajadores que protestaron en Estados Unidos, hoy se celebra el 01 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores en casi todo el mundo.

En segundo lugar, pienso en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de la ONU de 1948, así como en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde, en los artículos 6, 7 y 19 respectivamente, se reconoce la libertad de expresión como un derecho humano básico, constitucional, fundamental, inherente y necesario a la naturaleza humana. Sin embargo, a pesar de que la libertad de expresión es un derecho humano básico que tiene un amplio alcance, no es ilimitado, ya que todos los derechos tienen que equilibrarse: por ejemplo, una persona no puede alegar libertad de expresión para incitar al odio contra otros o ponerlos en peligro, sino siempre buscando el bien común.

Un ejemplo claro de libertad de expresión que buscó el bien común fue el movimiento del 01 de mayo, donde millones de obreros se unieron por una causa: defender y exigir una jornada de trabajo digna; un movimiento que no debió haber sido castigado.

En tercer lugar, traigo a la mesa el “Principio Pro-Persona” o Principio “Pro Homine”, el cuál, es un principio que todas y todos debemos conocer, y se refiere a que en caso de que un juez o autoridad tenga que elegir qué norma aplicar a un determinado caso, deberá elegir la que más favorezca a la persona. Este principio fue integrado al ordenamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2011, la cual sienta las bases para un verdadero replanteamiento de la forma de entender nuestros sistemas jurídicos a partir de la reconcepción y reposicionamiento de los derechos humanos.

No siempre se ha reconocido la capacidad intrínseca de todo ser humano para la práctica y el disfrute de los derechos humanos. Los logros del movimiento del primero de mayo derivaron en la creación de nuevas normas, leyes y principios para que, en este caso, los trabajadores pudiéramos trabajar dignamente y en condiciones humanamente aceptables.

Dicho los puntos anteriores, haciendo especial énfasis en los antecedentes que tuvieron que suceder para llegar a tener la legislación laboral de hoy en día; quiero recalcar el compromiso desde mi trinchera como People Coordinator en Sistema.bio.

Estar al frente del departamento de People México, es un compromiso grande en muchos sentidos. Uno de estos compromisos es asegurarme, junto con mi equipo de People, de describir los principios y metas de Sistema.bio en relación con la gestión de nuestros empleados y la sociedad de la que formamos parte, ya que, como es sabido por todos, buscamos ser una empresa responsable que cumpla con los más altos estándares de ética y profesionalismo, esto es, ir de la mano con la legislación nacional e internacional, promoviendo derechos humanos para nuestros empleados, así como con nuestros clientes, mientras protegemos nuestro medio ambiente.

Asimismo, es clave para mí fortalecer el vínculo que tengo con mis compañeros para generar un sentido de pertenencia en Sistema.bio en todo momento, priorizando siempre el lado humano, recordando que no estamos tratando con herramientas o puestos, sino que estamos hablando con personas que tienen ideas, propuestas y sentimientos válidos. Esto lleva consigo el asegurarme de que todas y todos cumplamos con los valores de la empresa, en este caso en particular: Somos un equipo que confía, respeta y se apoya el uno al otro.

Conmemoro el 01 de Mayo como la pauta para recordarles a todos mis colegas que tenemos mucho por hacer para asegurar un ambiente laboral digno; no solo es cumplir con la ley, sino realmente asegurarnos de generar un ambiente donde las personas se sientan en confianza de ser quienes son, donde todos nos escuchemos, aprendamos juntos, y trabajemos de forma óptima, conjunta y eficiente, adoptando siempre un propósito común y ayudándonos mutuamente bajo una comunicación honesta y directa porque nos importa.

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