Según datos de la FAO, la leña aún sigue produciendo cerca del 6% de la energía a nivel mundial. En las zonas rurales de América Latina, el Caribe y África el uso de leña satisface el 70 por ciento de las necesidades de energía doméstica; sin embargo el uso de leña como energía sólo es una de las diferentes causas de la deforestación, una de las principales es la agricultura.
Cada año se pierden 7 millones de hectáreas de bosques, el 40% se debe a la agricultura a gran escala y el 33% se debe a la agricultura de subsistencia que poco a poco deforestan los bosques y va ganando terreno para producir alimentos para su familia y la creciente población en todas las partes del mundo.
Para las personas que dependen de la leña como fuente de energía, sobre todo para cocinar, en países como Kenia, la India, Nicaragua o México las enfermedades pulmonares son uno de los mayores riesgos. Recolectar leña es una tarea delegada a niñas, niños y mujeres, deben dejar de lado la escuela o actividades económicas que podrían aumentar sus ingresos; pues si no hay leña no es posible preparar los alimentos.
Reducir la deforestación y aumentar la productividad en el sector agropecuario
La deforestación es uno de los factores que impide a los productores agropecuarios mejorar las condiciones de su familia y de su granja, pues mientras la leña es su única fuente de energía accesible, van acabando con los bosques encargados de proteger el hábitat, capturar gases de efecto invernadero, de proteger el suelo y mantener el ciclo del agua. Lo que causa que sus tierras produzcan menos.
George Kariuki nació y creció en Kiambu County; uno de los condados de más rápido crecimiento en Kenia. El aumento de la población en el condado está ejerciendo presión sobre los bosques de la región, ya que constituye la principal fuente de energía para cocinar. La familia de George pasaba la mayor parte de su tiempo y dinero recolectando y comprando leña. “Mi esposa dejaba de atender su negocio para buscar leña en la granja”, recuerda.
En 2017 la situación mejoró para George pues conoció a Sistema Biobolsa en 2017 el un evento demostrativo en la granja de su vecino Samuel. George ya había estado buscando la tecnología de un biodigestor en la que pudiera confiar y que pudiera pagar para satisfacer todas las necesidades energéticas de su granja, pero nunca imaginó que al mismo tiempo también podría producir un fertilizante orgánico para su campo.
“Los biodigestores de sistema biobolsa no sólo son de alta calidad, ofrece múltiples beneficios. Ahora mi esposa tiene tiempo ilimitado para cocinar todos los días, yo obtengo fertilizante para el café y el forraje y obtengo un ingreso extra por contarle a mis vecinos sobre Sistema Biobolsa, algo que haría de todos modos”
George no es el único que ha hecho el cambio de leña a biogás en su comunidad, desde hace 5 meses George ha convencido a otros 30 productores de instalar un biodigetsor. Los agricultores están aprovechando los desechos de animales que anteriormente estaban emitiendo y atrayendo insectos en sus hogares para producir biogás y biofertilizante. El vecindario se está transformando rápidamente en un área limpia y modernizada.
Para la mayoría de los residentes en las zonas rurales donde las fuentes de energía limpias hacen falta, la historia de transformación de George es única. La contaminación del aire dentro de sus casas es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En el día internacional de los bosques es importante reflexionar sobre soluciones que permitan un desarrollo sustentable y sostenible de la agricultura a nivel mundial. La historia de Georges Kiambu debe convertirse en una norma y no una excepción.